Hace unos días vi un video en Facebook, de esos donde se leen relatos que las personas confiesan. El relato era leído por un joven al que lo acompañaban dos personas, en total eran tres: dos hombres y una mujer, todos “influencers” (me imagino). El relato trataba sobre un chico que se había acostado con una mujer “cochina”, pero linda ¡eso sí!
Mientras este “influencer” contaba el relato, las otras dos personas se reían. Incluso uno de ellos (el otro hombre) preguntaba si la “vieja” era Shrek. En la lectura entiendo que esta chica —de ahora en adelante Shrek— tenía piojos, los dientes sucios, el cuello negro, mal olor en las axilas, mal olor en su entrepierna y que hasta se orinó en el baño frente al hombre que hizo el relato, después de su encuentro sexual.
En el video, como ya les conté, había una mujer “influencer” que también se reía y siento que se asqueaba un poco al escuchar las atrocidades que se contaban a través de RRSS. De esta “influencer” no voy a hablar. Este relato no es sobre por qué la #influencer no quiso defender a alguien de su mismo género, o por qué ayudó a adjetivar a alguien tan cruelmente. Tampoco se trata de por qué esta #influencer no quiso defender a la mujer que se le acusaba de ser un hermoso y sucio ogro. Pienso que la chica de las RRSS está haciendo lo que la naturaleza le encargó hacer hace miles de años: decirle al hombre que ella es más valiosa que cualquier otra mujer, que su vientre es más fructífero que el de cualquier otra mujer, que su casa es más segura que la de cualquier otra ogra mujer. Y creo que todo esto es otro cuento muy aparte.
Lo que quiero expresar aquí es: ¿Cómo un tipo puede ver a una mujer “sucia” en cantidades tan industriales como él mismo lo describe y es capaz de intimar con ella? ¿Cómo es capaz de sentir mal olor y penetrarla? ¿Cómo es capaz de besar un cuello sucio? ¿Cómo ese tipo es capaz de follar con ella y luego salir a criticar, a despotricar de ella? ¿Cómo es capaz de salir a cuestionarla?
Para mí, es un desagradecido: come y luego sale a hablar mal. Para mí, él es el sucio, el desagradable, el asqueroso, el repugnante, el nauseabundo, el repelente, el repulsivo, el abominable, el execrable, el despreciable y todos los adjetivos que me pueda proporcionar ChatGPT. Por eso este relato se trata de él y solo de él y de los miles de hombres que, como él, en el mundo abundan. Yo hoy escribiré…
…“Once upon a time a long time ago”, “La #DebilidadDeLosHombres, una gran verdad que todas conocemos pero ninguna menciona”, en las letras puras y duras de Rosa Montero, al decir: “que los hombres, no todos, son el verdadero sexo débil, y nosotras nos encargamos de fingir que sabemos menos, para que parezca que ellos saben más, les adulamos descaradamente para celebrarles pequeños logros”. Lo del orgasmo fingido también es verdad, solo que decirlo ya está muy trillado. Pero sí, fingimos orgasmos para darle paz mental a los hombres débiles. Quizás la Shrek tuvo que fingir un orgasmo también, para hacer sentir heroico a este desagradecido. O peor aún, el mezquino este, a lo mejor ni sabía encontrar un clítoris y mucho menos entendía cómo frotarlo, porque es demasiado evidente que era un hombre débil, inseguro, a tal punto que solo podía hacer el amor con una mujer linda si esta era lo suficientemente sucia, o sea, digna de él.
¿Se imaginan el nivel de frustración que este ser tiene? Prefirió aguantarse el mal aliento, el olor a tricomoniasis, salir con piojos de ese lugar, salir con hongos en los pies por la meada que Shrek le metió en aquel baño. Prefirió todo esto antes que salir con una “mujer de verdad”. Pobre hombre, pobre criatura débil, tuvo que ir a molestar a un ogro, seducirlo, sonreírle, cortejarle y todo ese desgaste que conlleva una acostada, porque como hombres débiles tampoco son capaces de hablar claro y decir que solo quieren una follada.
¿Se imaginan todo lo que este “onvre” tuvo que hacer y aguantar para que el ogro por fin lo dejara entrar a su cueva a fornicar? Hay seres que no son capaces con las “mujeres reales, las mujeres de verdad”, las mujeres que tienen conversaciones incómodas porque hablan con honestidad, las mujeres que se entregan fielmente a sus sentimientos porque no tienen miedo de querer, las mujeres que esperan recibir exactamente lo que están entregando, las mujeres que tienen los ovarios bien puestos para entregarse al placer y a la responsabilidad de amar. ¡Sí!, a los débiles les debe quedar muy difícil salir con mujeres de verdad. Por eso, tienen que salir con un ogro y aguantarse de todo para poder mojar pabilo. (Me pregunto si este príncipe encantador usaría condón, apuesto que no).
Entonces creo que el tema de los cuentos, donde las princesas son rescatadas de altas torres por un valiente príncipe azul y hoy se critican tanto, pueden tener mucha razón. Solo que el cuento es más bien una advertencia: solo los valientes son capaces de llegar a las altas torres donde viven las princesas, solo los valientes podrán pelear con el dragón para poder conocer a las princesas o más bien a las mujeres de verdad. Nos pasó como con la Biblia: lo literal lo convertimos en onírico y lo onírico lo convertimos en literal, pero ahí está toda la verdad, tan clara como el agua.
Las princesas viven en torres altas porque estas torres representan el compromiso de querer estar con alguien. He hablado con muchas mujeres y estamos todas de acuerdo en ser más abiertas o más dispuestas al compromiso cuando estamos enamoradas. Las mujeres decidimos más fácil y no tenemos miedo de expresar el sentimiento. Más bien nos toca protegerlo sobre esa torre porque cualquiera no es digno de eso tan grande y, cuando los dejamos subir a la torre, somos nosotras las que tiramos de nuestro cabello, aguantamos todo su peso y les dejamos pasar.
Los dragones quizás son todo lo feo que en nosotros habita y debemos entenderlo, solucionarlo y vencerlo para estar con alguien sin que haga daño. Otra vez nosotras estamos más dispuestas a negociar formas y maneras para que este príncipe sapo pueda sentirse cómodo y a gusto en nuestros íntimos aposentos. Las brujas pueden representar los fantasmas del pasado que incomodan, molestan y dan mucho miedo, pero que al conversarlo y sacarlo a la luz es cuando una relación se vuelve fuerte y sana. Muchas veces los caballeros tienen su pasado tan grabado en su armadura que es imposible sacarlos de esa melancolía medieval en la que han quedado viviendo. ¿Se podrá vivir feliz para siempre? Quizás eso también sea otro relato.
¿Queda el cuento más claro ahora? Ustedes #Hombresdébiles son quienes nos necesitan a nosotras para nutrirles los sueños, las esperanzas, para que no sean unos mal follados, entrando de mal humor al trabajo, pensando todo el tiempo que no sirven para nada. Porque es así: no sirven para nada cuando no tienen una mujer al lado que les hable al oído y los haga sentir poderosos. Ustedes hombres sin valor no sirven para nada cuando no tienen una ogra de turno que les llene de puro ego los huevos.
Así que la próxima vez que leas a Blancanieves, la Bella Durmiente o Rapunzel, trata de entender la precaución: solo los príncipes valientes aman de verdad, y el resto es puro hombre débil caza ogros que gusta de exhibir sus trofeos en un muro digital.
Edición: Diego Santana Caunedo.
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