Te aferraste a algo que no conocías, ignorando lo mortal de un alma cuando no es ser.
Pensaste en lo lindo que se veía, pero se te olvidó lo malo y feo que no se ve.
Pensaste en lo lindo que se veía, pero se te olvidó lo malo y feo que no se ve.
Desde lejos, hoy soy espectadora y mis ojos a tu alma no pueden reconocer.
Mi casa está vacía, la catalepsia me va haciendo desvanecer.
Le temo al dolor, le temo al amor; sentimientos conectados gestan sobre escombros un fuego devorador, consumiendo por completo lo que el tiempo quiso tener.
La casa que una vez llamamos nuestra, desde la oscuridad se ve arder.
La casa que una vez llamamos nuestra, desde la oscuridad se ve arder.
Egoísta es aquel que solo quiere ver lo maravilloso de un alma al crecer.
¿Cuándo sentiste amor?
¿En qué momento te sentiste capaz de domar algo indomable?
El tiempo reitera lo que la razón sabe.