La vida efímera a veces se torna perpetua.
La muerte es eterna, se trata de no estar.
A veces respiramos y, sin embargo, no estamos.
A veces los sueños son solo sueños y al alma la consume la frustración.
El amor se vuelve costumbre, como se acostumbra vivir.
Jamás vi una cárcel tan hermosa como lo es el cuerpo,
condenado a muerte, el espíritu debe esperar.
La carne interactúa con la lujuria y la codicia se desnuda ante el poder.
Las mujeres llevan en su vientre el don de dar a luz, los hombres llevan en su cabeza el don de crear.
Se gesta amor, se gesta guerra, al mundo nacen con la misión de gobernar.
La paz está en las cumbres; es allí donde esperamos regresar.
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