Origen.
Dentro de la singularidad del origen de la existencia nació el verbo. Desde un punto singular en el espacio de la nada, las palabras dieron paso al universo. En un estallido caótico y vertiginoso se canalizó la energía del amor. Dios.
Día Primero.
La fuerza del principio mantiene al universo vivo, y al girar los astros dentro del espacio grave de la oscuridad se iluminó un enramado neuronal. La luz se creó y fue la luz verdad, encendiendo miles de faroles en la nebulosidad, que dieron paso a la primera idea, totalmente brillante, porque fue la oposición de la oscuridad. Al separar una de la otra, delimitaron momentos, momentos que dieron paso al tiempo. El tiempo tuvo su lugar, a veces corto, a veces largo: pasado, presente, futuro, tan relativo como lo son las ideas y la eternidad.
Día Segundo.
Un verso el verbo necesitó para crear un pequeño espacio dentro del gran enramado cósmico exterior. Universo vivo, violento, explosivo. Él declaró y así fue como capa tras capa, un escudo a la tierra protegió.
Atmósfera y firmamento; de oxígeno la tierra se cubrió.
Día Tercero.
Uni para inhalar, verso para exhalar, esta dualidad al planeta rojo y denso pudo enfriar,
calmándolo por completo. El agua de la corteza empezó a brotar.
calmándolo por completo. El agua de la corteza empezó a brotar.
Agua y tierra, nuevos elementos que transformaron en verde vivo la tridimensionalidad y el espacio sideral.
Día Cuarto.
Según su masa, dimensión y lugar, un planeta de entre muchos las horas pudo calcular en noches, días, meses, años; otoño, invierno, primavera, verano; viento, nieve, lluvia, sol; la expansión sobre y debajo de la tierra. La temperatura separó: violeta, índigo y azul cuando hace frío; verde, amarillo, naranja y rojo cuando hace calor.
Día Quinto y Sexto I.
Antes de terminar, el creador quiso dejarnos un reflejo de su grandeza y desde su sistema solar tomó un perro, un gato, un ave, un puerco, una vaca, un pulpo, una ballena, un tiburón, un ser de lo más honesto, perfecto, puro y especial. Él prestó y los introdujo en la tierra, les dio género, los multiplicó y vio que esa idea también era buena. Ecosistemas y reinos la naturaleza administró.
Día Sexto II.
Origen de la disfunción, alteración. Bereshit: Adán no cumple su fin, en bucles de procesos para siempre debe trabajar.
La tierra, por su causa, fue sujeta a vanidad; divorciado del Edén, su angustia descubrirá.
La tierra, por su causa, fue sujeta a vanidad; divorciado del Edén, su angustia descubrirá.
Tarea de nombrar, tarea de observar, un día nace la necesidad de amar;
dormido como muerto, un costado se ha tomado y, en lugar de ella, la carne se ha cerrado.
Edificó a su mujer, un moshel ha de enseñar.
Plenitud divina, el árbol de la vida revelará; una espada encendida guarda el camino de la eternidad. La delimitación inicial nos prepara para el final.
Día Siete.
Y en el momento 7 el verbo vio que todas las ideas eran buenas, no por ser Dios, sino porque él sabe que todo lo que sale desde el alma al exterior es arte, es creación.
Y descansó, descansó, descansó, descansó, descansó, descansó, descansó, en un gran silencio ensordecedor.