Durante los 23° Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018, descubrimos que
los atletas debían hacer el mayor sacrificio de todos: pasar días,
semanas e incluso meses, aislados de sus familias. 
Por lo tanto, decidimos romper las fronteras y conectamos a los deportistas con sus hogares a través de una llamada a cualquier parte del continente, demostrando que cuando nos conectamos, las cosas buenas se multiplican.


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